Luego de algunas desorientaciones para llegar al Santuario, pudimos finalmente estar frente a nuestra Madre, compartiendo un Rosario con varias personas, en donde cada uno compartía sus experiencias, realizaba sus intenciones y le daban agradecimiento a nuestra Madre.
Nuestra Madre, que con su manto nos acoge y nos llena de paz, con su luz nos ilumina el camino del bien y nos hace sonreír a pesar de las dificultades que podamos tener en el momento, pero siempre dispuestos a sonreír para ella, para los demás, para nuestro interior, para la vida.
La conocí por unas grandes personas, Cassio y la Sra. Queca, dos personas muy increíbles que llegaron a mi vida, en un momento muy importante, gracias a ellos el amor a mi madre se fue haciendo mas fuerte, viniendo de un colegio Marianista, siempre la quise, pero ahora trato de seguirla, gracias a un hermoso regalo de la Sra. Queca, puedo seguir una novena, el cual, me ha ayudado muchísimo y la he seguido con fe y siempre he tenido respuesta de ella, de mi Padre.
Ahora se que las personas que llegan a tu vida, llegan enviadas por Dios y nuestra Madre, personas que llegaron para reforzar el amor, reforzar mi seguridad y mis ganas de sofreír a mas personas, personas que me ayudaron a creer en mi, en dar un paso adelante y ver más allá.
Quiero seguir en ese camino, para eso voy a trabajar, quiero seguir contagiando sonrisas, quiero rodearme de personas buenas y se q estoy por el camino correcto, quiero tu mano Madre para que me lleves por la senda del bien y me alejes de todo lo que me puede hacer daño.
Gracias!! Nuevamente pude estar en el Santuario!, se siente una gran paz al estar ahí!
Gina
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