Un despertar diferente, entre
árboles, montañas, y una lluvia que nos limpiaba el rostro y nos decía,
amaneciste en una tierra hermosa, que varias veces has visitado, pero hoy tiene
un encanto particular, un viaje con los sobrinos es un viaje regalado por Dios.
Mochila al hombro procedimos a
embarcarnos a nuestro rumbo, destino? HUANTA hogar de nuestra amiga Chuquizuta …
apresurados todos ya queríamos llegar, entre pan de tres puntas y un frugos de
duraznos mientras observábamos por la ventana el caminar de la gente del campo,
apresurados seguimos, vemos un sombrero
era ella! Nuestra amiga, guía . . . entramos al mototaxi y rumbo al cruce por
la cruz a la derecha, trepada de medio cerrito, aquisito no mas … llegamos al
destino.
Un hogar muy sencillo, mas
sencillo de lo que me imaginaba y me puse a pensar … cuanta necesidad hay, sin
embargo lo primero q hizo fue ofrecernos un vaso con agua y comida, techo donde
alojarnos un abrigo para mitigar el frío de la noche.
Seguidamente sonrisas cruzadas
entre familiares y nosotros un fuerte abrazo con la Matriarca de los Chuquizuta
y a conocer las tierras, la nueva casita de dos pisos que con el fruto del
trabajo de nuestra amiga pudo cumplir el deseo de su madre y él de ella, en
tener una casita de materiales noble con un bello techo con caídas de dos
aguas, unas cruces que decoraba la casa y daba la bienvenida y bendición a cada
miembro que llegue a visitar, entramos … que calor humano se siente, colocamos
tablones para sentarnos y con fondo de un grupo de cantantes vernaculares,
cruzamos aguardiente para calmar la sed y abrigarnos el cuerpo, miré al cielo
oh problemas!... cielo negro viene la lluvia y seguidamente una lluvia
torrencial se inició pero eso no fue impedimento así q la celebración siguió
por toda la noche.
Días de compartir, de sonreír de
regalar sonrisas…. Ayacucho siempre será un lugar con muchos recuerdos, mi
primer viaje de aventura con mi mejor amiga, un lugar donde he reído he llorado
he pasado los momentos mas simpáticos, Ayacucho pueblo donde conocí a muchos amigos viajeros y
compartimos grandes anécdotas, pero sobre todo y coincidente mente lugar de
nacimiento de una amiga que ahora cuida a mamá y en donde veo mi futuro como
lugar de mi estadía.
Ayacucho – Huanta, tierra de muchas sonrisas un lugar para volver en donde
me esperará un lindo despertar. 
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